SANDOVAL

Ya desde sus comienzos, este autodenominado ‘artista’ mostró una clara tendencia hacia lo que iba a ser su vida cuando se subió por primera vez a un escenario y cantó su ópera prima: Todo tan vulgar. Víctor Sandoval como buen comodín de Tele 5 nos epata una tarde sí y la otra también con sus comentarios de marisabidilla resabiada y con más mala leche que un cojo en una piscina. Lástima de carrera, lo que se ha perdido el periodismo… y la canción española. Este tomatero de quita y pon haría hundirse en el fango al propio Torrebruno, su álter ego de la televisión pública, que le dio la primera oportunidad televisiva en el apolillado programa infantil La guagua. De entonces acá su trayectoria mediática ha transcurrido desde la experiencia religiosa de Mamma mía junto a Patricia Pérez, haciendo estación de penitencia en Macumba te ve y doctorándose finalmente en destripamientos al por mayor de esa fauna del famoseo que tanto le detesta. Jactancioso y pendenciero, las palabras en su boca se disfrazan de brevas almibaradas cuando salen acompañadas de esa sonrisa de pirata transpuesto al que tan solo le falta el diente de oro. Lo curioso de estos personajes de cloaca y vertedero es que no admiten la crítica boomerang que cada vez se revuelve más en su contra. Muy dignos ellos y ellas, desenfundan a doble mano el carné de plumilla con foto que por lo visto rifan cada cuatro años en las facultades de la cosa. Uno por promoción y encima toca. Cachiendiez. Cuando desapareció misteriosamente Aquí hay tomate weekend de la parrilla de la cadena con premio, la oficina del defensor del telespectador brindó con vino fino de El Puerto, y más que probablemente recomendó a Sandoval que retomara el Tomate de verano para ver si con su presencia se evaporaba del universo catódico de una puñetera vez. Si esto se cumpliera me comprometo a cantar el ‘fiesta, fiesta, pluma, pluma gay’ de Los Morancos los primeros viernes de cada mes.

Manolo Morillo - manolomorillo@hotmail.com

Visto y oído - Sección TV

Diario de Cádiz