FÚRBO

Decía David Serrano que ante el reto de escribir y dirigir una película cuyos personajes optan por la incapacidad vital como modus operandi, necesitaba unos referentes reales, y que la labor de documentación no fue muy exhaustiva porque sus amigos en Días de Fútbol eran así. Hay que reconocer que las cadenas de ppv nos han devuelto el olor a fritanga de bares de barrio, donde uno encuentra la apatía de los estereotipos sociales y el fácil desahogo en su interior. Las plataformas digitales han suplantado a los ecologistas en su lucha por la conservación del medio ambiente, propiciando la limpieza de domingueros barrigones de los pinares, a las horas en las que el maligno empieza a rodar. La moda de los setenta ha vuelto de la mano de los programadores deportivos de las cadenas generalistas y digitales. Han colocado aquí y allá televisiones de plasma de última generación en bares reconvertidos en Teleclub de pueblo, donde se reúne la vecindad para escuchar el mamiblú de la Banda de Ray cuando mete gol el equipo que no es. Un bar en días de fúrbo iguala la condición humana de sus parroquianos. Allí conviven desde el grueso de los índices de paro con nombre y apellidos, a las pensiones más bajas del mercado. El porcentaje de ciudadanos que no llegan a fin de mes se enmaraña con ejecutivos de medio pelo ante un fenómeno sociológico sin parangón: la Liga de las Estrellas. Entre La Sexta y Canal + se reparten el suculento trozo de la tarta televisiva donde el fúrbo es la guinda del pastel. Palanganas, cadistas y verderones se revelan cada domingo contra las dos españas furboleras, la blanca y la otra, la que siempre va a remolque y lo disimula tan bien. Los políticos, hartos de ser carne de farola, se quejan de la abstención del domingo pasado menospreciando el poder que ante la concurrencia tienen los días de fúrbo. No saben que lo hinchas de barriga y cubata sólo quieren la papeleta de la porra semanal y el almanaque con la buenorra de turno.

Manolo Morillo - manolomorillo@hotmail.com

Visto y oído - Sección TV

Diario de Cádiz