UNA HORA MENOS
Según los libros de Alfonso X "El Sabio", copilados en la década de los 60 del s. XIII, se logró controlar el tiempo con un movimiento rotatorio continuo y regular mecánicamente. Con este artilugio nació el reloj mecánico, a partir de esos principios fue constante la evolución hasta nuestros días. La tecnificación de la industria relojera ha llegado a tan alto grado que, hasta el BNG direct quiere enviar los relojes de los gallegos a que les pongan una hora menos. ¿Se imaginan ustedes un reloj de tan sólo 11 horas? Yo me pido uno para mi santo, intuyo que va a ser la releche. Como lo va a ser también la elección del candidato a candidato -lo de la dama es puro fuego de artificio-, en el partido que ha estado gobernando los últimos quince años en nuestra ciudad. Dicen los entendidos que parece mucho más fácil conquistar un «Estado hereditario», acostumbrado a una dinastía, que someter a uno nuevo, ya que basta con no alterar el orden establecido por el gobernante anterior, y contemporizar después con los cambios que puedan producirse. En ese sentido uno de los candidatos parece que lo tiene más fácil que el otro, ya que su candidatura viene avalada por el anterior alcalde/gobernante, aunque la forma traumática de salir del cargo de éste último –inhabilitado por prevaricación-, restará credibilidad al avalado. El otro, sin el aparato del partido abriéndole brecha como parecería lógico por su condición de alcalde militante en plaza, tiene que recurrir a sus habilidades prestidigitadoras y esquizoverborréicas para paliar en la medida de sus posibles, la tramoya de tierra quemada del ingrato día a día que le espera hasta la llegada al congreso clarificador. Uno –el avalado-, nos quiere hacer ver que él no estaba cuando la política urbanística de su partido hacía leña de la arboleda perdida, o escombros de nuestro singular patrimonio arquitectónico. El otro curiosamente también andaba por allí. Honestidad, capacidad de trabajo, experiencia, otro estilo en el ser y el gobernar..., vocablos hábilmente expresados dejando entrever que lo de antes ya no vale -el tan socorrido “yo no ha hecho”-. Si verdaderamente los independientes quieren volver a revivir lo que hicieron en el año 91, cabe pensar que durante los años que hemos soportado su mandato los portuenses, hemos visto pasar el tiempo ante la desnudez de un reloj de arena con una hora menos; y eso, señores candidatos, me hace pensar que El Puerto lo que realmente necesita para la próxima primavera es un reloj de fibra óptica. Amanece sobre El Puerto y que salga el Sol por donde quiera.
Manolo Morillo - manolomorillo@hotmail.com
Calle Luna
Desde la Playa de la Puntilla "Cuaderno Digital"
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