Desde la Playa de la Puntilla

Manolo Morillo (El Puerto, 1957), actor portuense que mamó las tablas desde la infancia a través de su padre, el locutor Pepe Morillo. Ha pertenecido a los grupos Teja, Bellas Artes, Balbo, T.I.B. y Tirititrán Teatro. Actualmente colabora con Diario de Cádiz. El próximo proyecto en el que se encuentra inmerso es la preparación de una obra de Muñoz Seca dentro de los actos conmemorativos previstos para la inauguración del Teatro Principal, bajo la dirección de José L. Alonso de Santos.

Mi foto
Nombre:
Lugar: El Puerto de Santa María, Cádiz, Spain

«Que Dios nos guarde de generales y funcionarios que son los principales enemigos del arte» decía Stanislavski en 1900.

viernes, noviembre 24, 2006

MANIFIESTO


Es muy habitual en la sociedad en que vivimos, más de lo deseable diría yo, que existan dos tipos de mayorías absolutamente contrapuestas: la despierta reivindicativa y la silenciosa insolidaria. La segunda, a la que respeto por educación y convicciones democráticas, es también a la que más desprecio por genética y por pura razón de supervivencia. No es justo que los indolentes, los meapilas sin personalidad que siempre andan agazapados para recoger las castañas que otros les asan, se vayan de rositas y sin despeinarse del cuarto de baño común. Esta gente está acostumbrada a poner banderas en los balcones cuando sus correligionarios pasean en procesión, y a esconder a la vez sus tristes figuras detrás de las ventanas cuando hay que demostrar la hombría de bien con el que tenemos justamente al lado. A estas alturas ya no me dan ni asco. Reflexionando en voz alta puedes llegar a preguntarte qué está ocurriendo en una ciudad como El Puerto, cuando más de veinte colectivos ciudadanos de distinto pelaje, convocan a sus coterráneos a una manifestación para promover la regeneración política y social en su entorno vital más cercano. Debe ser un hueso muy duro de roer comprobar cómo tus administrados, los supuestamente recipiendarios de tus actos y tus quehaceres públicos diarios, te ponen la cara colorá porque ya no se fían de ti. Claro que a más de uno o una estas cosas lo más que le provocan es un leve cosquilleo en el estómago, que no dudan en aliviar con piquitos y caldos de la tierra servidos por algún lacayo de la mayoría silenciosa. Incluso, me atrevería a decir que en estos momentos puede que anden algo nerviosillos ante la cruzada emprendida por algún que otro juez despistado. Pero no crean, tampoco pienso que les dure mucho, sus caras duras no tienen nada que ver con el hueso de antes, están vacunados. Lo cierto es que si en un manifiesto emanado de la mayoría despierta y reivindicativa se solicita entre otras cosas: una política urbanística encaminada a cumplir el derecho constitucional a la vivienda digna, accesible y asequible para todos; una política social fundamentada en la solidaridad; unos planes de intervención social encaminados a solucionar los graves problemas de nuestros barrios; una política dirigida a la conservación de la totalidad de las zonas forestales que aún sobreviven, y una estrategia política encauzada hacia la protección del patrimonio histórico, seña de identidad de nuestra ciudad..., uno no tiene más remedio que volver a preguntarse que cojones está pasando en mi pueblo. Amanece sobre El Puerto y que salga el Sol por donde quiera.

Calle Luna
Diario de Cádiz