Desde la Playa de la Puntilla

Manolo Morillo (El Puerto, 1957), actor portuense que mamó las tablas desde la infancia a través de su padre, el locutor Pepe Morillo. Ha pertenecido a los grupos Teja, Bellas Artes, Balbo, T.I.B. y Tirititrán Teatro. Actualmente colabora con Diario de Cádiz. El próximo proyecto en el que se encuentra inmerso es la preparación de una obra de Muñoz Seca dentro de los actos conmemorativos previstos para la inauguración del Teatro Principal, bajo la dirección de José L. Alonso de Santos.

Mi foto
Nombre:
Lugar: El Puerto de Santa María, Cádiz, Spain

«Que Dios nos guarde de generales y funcionarios que son los principales enemigos del arte» decía Stanislavski en 1900.

viernes, diciembre 23, 2005

EL HOMBRE DE LOS MUÑECOS

Con este sobrenombre fue conocido nuestro paisano escultor, Ángel Martínez (1882-1946). Su gran afición a modelar el barro le llevó unas Navidades a realizar unas cuantas figuritas de pastores para algunos nacimientos. Anteriormente se había dedicado a crear figuras de curas en distintas actitudes litúrgicas, pero después del éxito obtenido volcó su trabajo en el tema navideño, tomando como modelo para sus figuras a personas y personajes de la zona. No nos equivocaremos mucho si observando con detenimiento algunas de esas figuritas, reconocemos a algún familiar o amigo de la época.
Fue innovador dentro de esta rama de la escultura, ya que recreó imitando la vida rural de las gentes de El Puerto, a grupos costumbristas, escenas familiares y campestres con la vegetación del entorno como pitas, tunas y retamas, haciéndose particularmente famosos los dedicados a los vendedores de lotería que transitaban habitualmente por nuestra ciudad. Entre otros, recibió el Gran Premio de la Exposición y Feria de Navidad de 1927, que recibió de manos del rey Alfonso XIII.
Esta tradición tan arraigada en los hogares católicos españoles, fue importada desde Nápoles durante el reinado de Carlos III el rey ilustrado, y aunque la colonización mediática de los papásnoé/santaclaus/arbolitosdenavidad y demás fauna aborigen que nos inunda está haciendo su mella, es la Asociación de Belenistas Portuense ‘Ángel Martínez’ la que mantiene y fomenta en El Puerto la costumbre popular de la instalación del ‘nacimiento’.
Las familias Guilloto, Palomero, Yeste, Varo, las Hermandades de la Soledad, la Humildad, el Dolor, la Oración, el Rocío, las Asociaciones de Vecinos, Casas Regionales y entidades públicas y privadas traducen ese sentir de los portuenses y lo convierten en pequeñas manifestaciones artísticas. El sentido es el mismo pero las técnicas han variado acorde los tiempos. El papel de plata que se le robaba antes a las tabletas de chocolate para idealizar un río ya no es necesario. La pequeña industria del belén la hemos podido visitar hace unos días en ‘el palacio de congresos y exposiciones’ que el municipio nos adecenta cada diciembre en los altos del mercado/multiusos de abastos, que lo mismo sirve para un roto que para un descosío, PGOU incluído.
El carpintero más conocido de la era moderna soñaba con Ikea para amueblar su portalito, yo me quedo con Sucesores de Ángel Martínez. Amanece sobre El Puerto y será el turno de la calle del Sol.


Manolo Morillo
Desde la Calle de la Luna
Diario de Cádiz, 23 de diciembre de 2005

viernes, diciembre 09, 2005

EL PUERTO Y LA CULTURA

La calle de la Luna en la década de los 60 del siglo pasado fue medio cinturón de la ciudad. La hebilla pudo ser la hoy plaza de Juan Gavala y la otra parte de la cinta, la calle de San Juan. Esta y la de la Luna fueron el camino de quienes desde el Muelle, desde la fuente de las Galeras, iban y venían hasta el Hospital de San Juan de Letrán. Desde arriba, en las noches de plenilunio, se ve levantar a la luna, rojiza primero y pálida después, ¿Se llamará así por esto?Con casi estas mismas palabras comenzaba en el año 1965 en la desaparecida publicación portuense La Voz de la Bahía, y en su sección De punta a Punta el articulista que firmaba bajo el pseudónimo de Luís. Su lectura me hizo comprender que la calle Luna, y hasta que se mantuvo en pie el Teatro que se quemó por culpa, bajo mi punto de vista, de la contra-cultura y los intereses bastardos, fue una calle a la que en estos tiempos que corren se le denominaría dinamizadora cultural. Esta conclusión me animó a escribir bajo el influjo de la luna.
El uso de la palabra 'cultura' ha ido variando a lo largo de los siglos. En el latín hablado en Roma significaba inicialmente cultivo de la tierra, y luego, por extensión metafóricamente, cultivo de las especies humanas. Alternaba con civilización, y se usaba como opuesto a salvajismo y/o barbarie. Civilizado era/es el hombre educado. La forma de hacer y disfrutar la cultura está cambiando, y la sociedad portuense con su apatía generalizada no es ajena a estos cambios y se ha cosmopilizado rápidamente. La televisión con sistemas de cable, el pago por visión, el dvd con películas, incluso hasta internet, han llevado cualquier manifestación cultural hasta las entrañas de la propia casa de uno…y se ha instalado en la sala para no salir en un buen rato. Lo mismo ocurre con la música y el teatro.
Ante este desolador panorama, y sabiendo que la cultura no es algo que se tiene (como generalmente se dice), sino que es una producción colectiva, cabría preguntarse qué futuro incierto le espera a nuestro nuevo espacio escénico ¿Teatro Principal?, que está apurando sus últimos días de construcción en la Plaza del Polvorista. No quisiera estar en la piel del programador de turno. Ojalá no tengamos que recitarle estos versos recogidos del libro Ronda del amor perdido de Felipe Sordo Lamadrid:

No puedes vivir tú aquí
que es la calle de la Luna
mucha calle para ti.

Manolo Morillo
Desde la Calle de la Luna
Diario de Cádiz. 09 Diciembre 2005