Desde la Playa de la Puntilla

Manolo Morillo (El Puerto, 1957), actor portuense que mamó las tablas desde la infancia a través de su padre, el locutor Pepe Morillo. Ha pertenecido a los grupos Teja, Bellas Artes, Balbo, T.I.B. y Tirititrán Teatro. Actualmente colabora con Diario de Cádiz. El próximo proyecto en el que se encuentra inmerso es la preparación de una obra de Muñoz Seca dentro de los actos conmemorativos previstos para la inauguración del Teatro Principal, bajo la dirección de José L. Alonso de Santos.

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Lugar: El Puerto de Santa María, Cádiz, Spain

«Que Dios nos guarde de generales y funcionarios que son los principales enemigos del arte» decía Stanislavski en 1900.

viernes, octubre 27, 2006

TRUCO O TRATO


Noches Agitadas en el Cementerio fue el primer demo que grabó el grupo de música punky argentino Todos Tus Muertos. Melendi nos recuerda en una de sus canciones que en ocasiones ve muertos, Ismael Serrano le canta a la ciudad de los muertos, Mago de Oz musiquea recreándose en la posada de los muertos, Fiskales Ad-Hoc almuerzan entre los muertos y Espécimen y Eskorbuto cantan misa, ruegan a Dios y resucitan a los muertos. Desde que el hombre empezó a enterrar a sus muertos, ha sentido la necesidad de seguir manteniendo un lazo invisible con sus seres queridos desaparecidos, y es el único que mantiene con la muerte una relación privilegiada. Mariano del Río nos dice que esta relación adquiere verdadera consistencia justamente en otoño, cuando la naturaleza va muriendo poco a poco y se prepara a cubrirse con el sudario blanco del invierno. Es impensable la llegada del 1 de noviembre día de Todos los Santos, víspera del Día de Difuntos, y no escuchar al Don Juan de Zorrilla proclamar por los escenarios a su amada Doñas Inés, que la luna brilla más en una orilla que en la otra y que incluso el aire es más saludable. Hasta hace bien poco en el día de Todos los Santos, los monaguillos, revestidos de sotana y roquete, con un portapaz, el acetre y el hisopo recorrían las casas de los pueblos, las rociaban con agua bendita y pedían una pequeña gratificación por doblar las campanas en sufragio de los difuntos. Al toque de ánimas, es decir, a la caída de la tarde, comenzaban los dobles de las campanas de las iglesias, donde los zagales, entre doble y doble, iban dando cuenta de higos, piñones, granadas y otros añadidos. Aún estando, primero, a favor de la multiculturalidad y, segundo, de que cada cual haga con su vida lo que le plazca, creo que todo tiene un límite. ¿Truco o trato? Palabras mágicas que últimamente nos martillean los oídos cuando se aproximan estas fechas, palabras que han conseguido introducirse entre los chavales tan hábilmente, como los cangrejos americanos en el nacimiento del Guadalete. Los niños y aquellos que no lo son tanto se disfrazan, a la vez que entre ellos compiten por ver cual es el disfraz más horroroso de todos, y van de casa en casa concediendo el famoso ultimátum “trick or treat” (truco o trato), y si no hay trato, fachada aderezada con huevazo tomatero. Nosotros no celebramos Halloween ni nunca lo hemos hecho. Aquí toda la vida de dios se han encendido mariposas en un vaso con agua y aceite, se han asado castañas, comido nueces, encalao las tumbas del cementerio y se han comprado los crisantemos en el puesto de flores de La Placilla. Prometo solemnemente que si algún niño se presenta en la puerta de mi casa a pedir caramelos... se va a llevar un trozo de tortilla de patatas con pimientos de Padrón, y pondré como música de fondo el último estribillo de Todos Tus Muertos. Amanece sobre El Puerto y que salga el Sol por donde quiera.
Manolo Morillo - manolomorillo@hotmail.com
Calle Luna
Diario de Cádiz

viernes, octubre 13, 2006

DESPIDO A LA FRANCESA


Los de por aquí abajo decimos que hay “ropa tendía” cuando en medio de una conversación se mete alguien que no queremos que se entere de la misma, principalmente si son niños. Con rapidez cambiamos de tercio y nos ponemos a hablar del tiempo o a dirimir si el pajarito que está en lo alto de la palmera cuya sombra nos cobija es gorrión o gorriona. En este caso el asunto es grave y la “ropa tendía” en vez de hacernos callar, nos incita a gritar con desgarro el último despropósito, la última injusticia que con una empleada fundacional de la multinacional francesa afincada en una parcela del desaparecido cementerio de los ingleses de nuestra ciudad, se ha cometido. Como dice el slogan publicitario de su actual campaña de precios “con Carreteraymantafour es posible”, y posiblemente estemos ante la “noticia del mes” del gran supermercado. Decía el Papa Alejandro VI a Lucrecia de Borgia que los sentimientos son para la plebe, que los que mandan están para otras cosas. Y en eso están los vicarios y las sueldacostillas de los gabachos en El Puerto, en otras cosas, o sea despidiendo a la francesa y versionando de nuevo a Los Cien Mil Hijos de San Luis. Las personas normales, las que creemos en las personas por las personas, entendemos que crear riqueza dentro de esa sociedad del bienestar de la que tanto se llenan la boca los advenedizos de siempre, no es otra cosa que intentar que el ser humano, por el hecho de serlo, tenga sus derechos mínimos fundamentales cubiertos, y a nadie se le escapa que el derecho al trabajo digno es uno de ellos. Ese derecho se ha visto conculcado en la persona de Carmen Guillén Martínez, que tras 27 años de servicio ininterrumpido en esa fábrica de precios baratos a conveniencia, con la que empezó el declive del comercio tradicional en El Puerto, ha sido arrojada al mundo de la incertidumbre laboral por tender ropa en el balcón de su casa mientras se encontraba de baja médica. Además de desahogados y fisgones, discriminadores de género. El fotógrafo chivato puede aspirar al Pulitzer de la cosa por la instantánea, y los receptores de la misma habrán ganado este mes un poco más por el incentivo de la desvergüenza. No les vendría mal leer un poco. Los Miserables, relato escrito por el novelista francés Víctor Hugo, es considerada como una obra defensora de los oprimidos en cualquier tiempo y lugar, probablemente incluso puede que la vendan como libro de bolsillo en la sección de librería de la dichosa tienda, mas estoy convencido que los ideólogos del desaguisado piensan que Víctor Hugo es un cantante de Hip-Hop, y que Los Miserables es una marca de picos ye-ye. No se dan cuenta o no quieren darse cuenta, que ellos están en la misma ruleta rusa del despido como tradicionalmente vienen demostrando esos listos del merchandising, especialistas en contratos basura al peso. Espero no ser la última firma de solidaridad con Carmen. Amanece sobre El Puerto y que salga el Sol por donde quiera.
Manolo Morillo - manolomorillo@hotmail.com
Calle Luna
Diario de Cádiz